Por aquí, por aquí es…

Por

Laura Mattas (Corriente independiente en educación Otilia Lescano)

Susana Roitman (Observatorio de Conflictos Laborales Córdoba)

Por aquí, por aquí es…

Apuntes sobre el triunfo de la lista Unidad desde las Escuelas en la Delegación Capital de la Unión Provincial de Educadores de Córdoba

Foto destacada: acto del 1 de diciembre en calle Maipú

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El 1 de diciembre, la calle Maipú en la ciudad de Córdoba, estuvo de fiesta. Banderas, cánticos, aplausos y una concurrencia variopinta y nutrida, atenta a intervenciones con similares tonos de emoción y entusiasmo, y con contenidos que se enriquecían uno al otro. Distintas consideraciones lanzadas desde los discursos de compañeros y compañeras de sindicatos recuperados en todo el país presentes, junto con las palabras de los y los flamantes miembros de la nueva comisión directiva, armaron un rompecabezas que incluía el análisis de la situación político-social en todos los niveles, la situación de la docencia, el recorrido de las luchas, el horizonte de tareas. La historia astuta parecía guiñar entre los árboles, dispuesta a resistir la motosierra y susurraba “Por aquí, por aquí es”.
A contrapelo, del bajón de una Córdoba que en un 75% votó a Milei (por hartazgo, por bronca, por pobreza, por la “mímica del estado”, o la insuficiencia de una democracia formal con la que no se come, no se cura, no se aprende, por algún enano fascista reciclado, porque no se aguanta la situación o por cualquiera de las múltiples razones y sinrazones que se articularon en el cuarto oscuro); una lista combativa asumía la conducción de la delegación Capital de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). Seccional que agrupa 40% de afiliados del gremio más numeroso de Córdoba (+de 43 mil afiliados).
Pero no se trata solo de una “lista combativa”, que logró con esfuerzos resolver diferencias añejas. El asunto tiene más que ver con un proceso nacido desde abajo, desde cada establecimiento escolar donde se conjugó experiencia militante opositora y de izquierda, con la irrupción de autoconvocades, asambleas participativas y la elección de un cuerpo de delegados renovado, joven, laburando firmemente los problemas de cada lugar de trabajo, denunciando las pésimas condiciones de trabajo y estudio que hasta condujeron al asesinato laboral de Karina Moyano y otras compañeras por el maltrato de autoridades. El nombre de la lista resume bien el trabajo “Unidad desde las escuelas”.
La pandemia profundizó/cambió la subjetivación colectiva. En amplios sectores apuró la implosión; en el caso de la docencia estimuló la disposición a la lucha. Disposición que no nació de un repollo. En el confinamiento planetario el gobierno provincial aprovechó para ajustar clavijas: dejó solos a les docentes para contener a una comunidad educativa desolada, precarizó todo lo posible, tiró el salario a la baja, arrojó un cúmulo de tareas absurdas y burocráticas para asegurar el control de estudiantes y docentes, y arremetió con la educación virtual que intenta instalar para siempre. Lo peor, aprobó una ley jubilatoria que recorta aún más los haberes pasivos y tiende a la famosa “armonización” con la caja nacional.
Paréntesis: No está de más recordar que el autor intelectual de esta reforma, Osvaldo Giordano, fue premiado por la “habilidad” de aprovechar el momento de encierro para el recorte, con el manejo de la caja de ANSES del gobierno mileista, adonde acudió sin sonrojos. Giordano fue el artífice, además, del robo del diferencial del 7% que los docentes pagaban por su régimen especial.
Los ajustes en toda línea contaron con la complicidad de un sindicado simbiótico con el mentado “modelo cordobés” (peores índices de pobreza y de endeudamiento que las medias nacionales). Schiaretti ha cedido alfiles de su ejemplar construcción hegemónica empresario-sindical-movimientista, amalgamado por la Fundación Mediterránea a la nueva gestión gubernamental donde se revuelcan en “el mismo lodo” la casta y los outsiders, igualmente deplorables.
En este contexto, la batalla docente en encierro y después, posibilitó la recuperación de ese gremio y mostró en acto el ejercicio democrático de la práctica sindical, que es posible con la movilización masiva despertar el entusiasmo y pelear colectivamente por lo que es común.
Al día siguiente de la fiesta de asunción se realizó un plenario en ATE, con la presencia de representantes sindicales de gremios opositores a la “Celeste” de todo el país. Vinieron desde la Quiaca a Ushuaia, representantes de ATECH, AMSAFE Rosario, GDA Formosa, Ademys CABA, ATEN Capital, CEDEMS Jujuy y los SUTEBA Bahía Blanca-Marcos Paz-Tigre. Todos con modelos sindicales que desafían el inmovilismo burocrático y complaciente. Allí se debatieron estrategias para una desobediencia reflexiva, entendida en el contexto de la urgencia de movilizar, de articular con otras y otros, de persuadir. Se debatió sobre la necesidad de la unidad en la acción con les que luchan, en la resistencia, ante la ofensiva que se avizora, sabiendo que las burocracias sindicales van a la tregua o a la resistencia testimonial.
El “por aquí, por aquí es”, indica que ni el individualismo neoliberal introyectado desde la dictadura hasta hoy, ni la “mímica del estado” que pone el guiño a la izquierda y gira a derecha, son formas excluyentes de la subjetivación colectiva. Los y las maestras nos muestran en concreto otro modo de entender lo colectivo: reflexivo, autocrítico, dispuesto tanto a pensar colectivamente estrategias y tácticas como a poner el cuerpo. Con cuidado sí, con miedo, no.
Nos enseñan también sutileza sociológica para captar las complejidades y lidiar con ellas. “Muches de los que pelearon y apoyaron este proceso son votantes de Milei” decían los rosarinos, los jujeños, los cordobeses. Una docente de la Quiaca señaló: “estuvimos junto a los pueblos originarios en los cortes contra la Reforma extactivista y represiva de Morales. Vimos a compañeros que compartieron el corte fiscalizar para Milei. En la mesa nos decían ´Nos vemos en la próxima asamblea´”. Nadie se puso colorado, ni se escandalizó con eso. Se trata de una escucha no conformista. Comprensión y acción, codo a codo, no vanguardismo, no importa a quien o cómo (no) votaste. No al sermón simplista y bobo. En las luchas y en las prácticas se aclaran los tantos. La pasivización obnubila y es terreno fértil para el individualismo recargado.
Aquí tenemos un indicio: el malestar se puede expresar en el acto individualista y solitario de votar de un modo diametralmente distinto al de la acción solidaria y colectiva. El síntoma puede ser docilidad o revuelta, pasiones tristes o “pasiones en común”, según el marco. Solitario y solidario se separan por una letra, pero se distancian un universo cuando la acción se aísla, se ensimisma, o bien dialoga y se entrelaza.
La recuperación de la delegación capital de UEPC no es una batalla más; es un hito, una potencia, una advertencia de que todo está en juego, que nada está cerrado. “Pesimismo de la razón, optimismo de la voluntad”; arremangarse, pensar y actuar. Las y los maestros se vinculan con amplios sectores sociales, son “esenciales” como mostró la pandemia. Por eso tienen un “poder estratégico” de gran calado. No el de la producción y reproducción del capital sino el de la vida.
Ahora el desafío es grande: consolidar una experiencia combativa y expandirla. Para eso se propuso en el plenario frente a las delegaciones presentes en Córdoba la necesidad forjar un programa que supere la mera defensa de lo que hay y proponga otra educación para otra sociedad, otras condiciones de trabajo y de estudio. Un congreso educativo donde seamos los y las docentes quienes definamos la educación que queremos. Ese proyecto que nos impulse a todos en unidad a la lucha por esa educación para otro mundo. Para esto, se insistió en que la coordinación a nivel nacional y con quienes recuperaron otras delegaciones de las garras de la celeste en Córdoba es imprescindible, siempre y cuando estén dispuestos a dar pelea. También es imprescindible recuperar más delegaciones en camino a conquistar el sindicato a nivel provincial.
Esto también es Córdoba, y este es un proceso histórico, aunque la prensa lo minimice. Se trata de retomar el hilo de las batallas que dimos y atarlo a las que daremos. Las amenazas proferidas contra los laburantes, especialmente los estatales, en la asunción del presidente desde la plaza para nada colmada, desnudan más debilidad que fortaleza.
La moneda está en el aire y SI HAY ALTERNATIVA.

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